Aquí les escribo un artículo, algo extenso, de
lo que para mí es un buen ciudadano que es propietario de un perro, con
respecto a los demás, al perro y a él mismo.
Todos estamos cansados de leer en
todos lados que un perro no es un juguete, sin embargo siguen habiendo muchos
anuncios de “vendo cachorritos, el mejor regalo para una comunión” o “para
navidades” todos estos perros terminan en manos de niños que no saben la
responsabilidad que conlleva, a no ser que tengan unos padres que se la
inculquen. Luego por razones varias (creció más de la cuenta, el niño se hace
adolescente y piensa en todo menos en el perro y los padres no se quieren
ocupar de él, separación de padres, mal comportamiento del perro, etc…) muchos perros
terminan abandonados y las perreras, protectoras y refugios llenas. Tanto unos
(compradores) como otros (vendedores) tendrían que ser conscientes de esto. La
cría de perros debería estar en mano de los criadores profesionales, y si
alguien a nivel particular decide hacer criar a su perra, debería tener las crías
colocadas antes, incluso, de la monta. Estamos en época de crisis y se de
personas, particulares y no criadores, que para tener un extra hacen criar a
sus perras, cuando muchos criadores profesionales se lo están pensando dos
veces precisamente por la época en la que estamos, ya que no se quieren quedarse
con cachorros. ¿Qué harán estos particulares con las crías que les sobren?
Teniendo claro que un perro no es
un juguete sino, desde mi punto de vista, una responsabilidad que uno/a elige tener, les comento lo que
para mí, a nivel de obligaciones hacia él, significa tener un perro. A nivel de
satisfacciones la lista sería interminable.
Las familias, parejas o la
persona en concreto que quiera tener un animal, en este caso un perro ha de
reflexionar unos minutos y pensar en ciertas cuestiones como: ¿Puedo mantener
de verdad económicamente al perro? ¿Dispongo del suficiente tiempo? ¿Tengo
claro que no es un capricho y que es un ser que vivirá conmigo unos 15
años?
Un perro supone gastos, muchos,
sobre todo si lo cogemos de cachorro, pues necesita 5 vacunas en un periodo de
3-4 meses que cuestan alrededor de 30€ cada una, haciendo un total de unos 150€,
están las desparasitaciones, también hay que contar con el chip que son unos
40€. Habrá que tener desde el principio una camita, unos cuencos de agua y
comida, la correa y collar, juguetes y por supuesto la comida. Cuando el perro
es adulto ya se podrá racanear con la comida y bajar de gama (aunque yo no lo
aconsejo, ya que comidas de baja calidad traen sus consecuencias, tanto físicas
como psicológicas) pero cuando el perro es cachorro ha de comer pienso de 1ª
para que tenga un correcto desarrollo. Además de estos gastos fijos, por
supuesto están los esporádicos, si se nos pone malo hay que contar con los
gastos veterinarios, sus medicinas, radiografías, análisis, etc… Esto varía
mucho de un perro a otro, unos están cada dos por tres en el veterinario y
otros van una vez al año para poner las vacunas. También hay otros gastos ocasionales
como cuando viajamos, ellos pagan su billete, un extra en los hoteles, etc… y
si no lo podemos llevar hay que pagar una residencia.
Una vez vemos que económicamente
podemos con sus necesidades básicas, vamos con otra que por suerte cada vez se
oye más y es la socialización del cachorro. Este periodo de socialización va
desde los 21 días de vida hasta las 12 semanas, en este corto espacio de tiempo
el perro ha de exponerse de forma segura y agradable a todo lo que se va a
encontrar en su vida adulta como otras personas fuera del núcleo familiar (de
todas las edades y sexos, altos, bajos, con bastón, con sombrero, gordos,
flacos, con abrigos, negros, blancos, con uniforme, etc…), otros perros de
todas las razas ya sean cachorros o adultos, bicicletas, choches, autobuses,
ruidos, escaleras mecánicas, el mar, río o lago, en definitiva un sinfín de
todo aquello a lo que queramos que de mayor no reaccione de forma exagerada ni
tenga miedo. La gran problemática se encuentra en que este periodo coincide con
el periodo de vacunación, donde el cachorro no está totalmente protegido de
contraer enfermedades que pueden ser mortales, pero hay maneras de asegurarnos
una correcta socialización y a la vez que su salud no corra peligro. Podemos
salir de casa con el cachorro en brazos y que vea “mundo”. Si tenemos vecinos
con perros que sabemos que están correctamente vacunados podemos dejar que se
huelan y por supuesto también están las clases para cachorros. Estas clases se
dan en sitios controlados y limpios, normalmente en salas desinfectadas,
cuestan alrededor de 150€ y suelen durar un mes o mes y medio. En estas clases
se expone al cachorro de forma segura a todo lo anteriormente mencionado, podrá
jugar con otros pequeños en sus mismas condiciones y además aprenderá a
obedecer órdenes básicas. Para mí estas clases no tendrían de ser optativas, ya
que a nadie se le ocurre tener un niño y no llevarlo al colegio, pero sin
embargo tenemos perros sin educar. No todos los dueños de perros saben cómo
hacerlo, así que ¿qué mejor que invertir de cachorro y no tener problemas de
comportamiento de adulto?
Una vez esté el periodo de
socialización concluido, el perro sigue teniendo la necesidad de estar con más
perros y personas, como animal gregario que es, de ahí la importancia de los
paseos. No solo son para que el perro haga sus necesidades, sino que han de
satisfacer sus necesidades sociales, han de tener una duración suficiente como
para que el perro haga el ejercicio necesario y en la medida de lo posible,
tenemos que cambiarle la ruta para que tenga nuevos olores y experiencias. Cada
perro es distinto, unas razas necesitan más ejercicio y otras menos, con lo
cual, cuando veamos que se ofrece un cachorro en internet, en una tienda o en
una protectora, tenemos que plantearnos cuál es nuestro estilo de vida y cuál
es el que necesita el perro y no enamorarnos del que nos parece más mono, ya
que no satisfacer estas necesidades acarrearán problemas de conducta. Dentro de
cada raza hay perros más tranquilos que otros y eso es muy difícil de saber
cuando son cachorros, pero saber cuáles son las características de cada raza
está al alcance de todos gracias a internet y a los educadores caninos. No sólo
tendríamos que consultarles a éstos cuando el perro tiene problemas, si
acudiéramos antes a ellos para que nos recomendasen una u otra raza, para las
clases de socialización, etc. Se podrían prevenir muchos de estos problemas que
luego nos sacan de quicio y que muchas veces acaban en el abandono del animal e
incluso eutanasia del animal.
Ya tenemos sobre el papel que un
perro son gastos, que tiene un periodo de socialización en el que debemos de
enseñarle todo de forma segura y agradable, que tras este periodo requerirá de
nuestro tiempo para unos paseos diarios con un total más o menos de 1h30min
diaria.
Aquí no se acaba todo… Nuestro
amigo necesita también de nuestro tiempo en casa, un tiempo que dedicaremos a
jugar con él, enseñarle cosas, peinarle y cómo no ¡darle mimitos! Con este
tiempo en casa podremos jugar con respecto a los paseos, me explico, si por
ejemplo está lloviendo y no podemos bajar a la calle más que para que el perro
haga sus necesidades, pero la parte de ejercicio no está cubierta, pues podemos
jugar en casa con él a tirarle la pelota, por ejemplo y así cansarle. También
están los trucos de obediencia, y es que ejercitando la mente el perro se cansa
y a veces mucho más que corriendo. Así que tomarnos nuestro tiempo con él para
enseñarle a hacer habilidades a la orden cuenta como ejercicio, en este caso
mental, que ellos también han de ejercitar ese “músculo” que es el cerebro.
Ya casi acabamos con las necesidades
del perro, me queda hablarles de una que se dividirá en dos: La higiene. Por
una parte tenemos la higiene del perro a nivel de tenerlo aseado y enseñarle
dónde hacer sus cosas y otra es la higiene que tenemos que tener nosotros con
respecto a los demás, que a veces parece mentira que todavía haya gente que no
recoja los excrementos de sus perros.
Empiezo. Los perros dependiendo
de la raza, tienen más o menos cuidados a nivel de pelo, unos requieren más
baños, más cepillados, cortes y peluquería que otros, no es lo mismo un galgo
afgano que un galgo español. A la hora de elegir un perro u otro tenemos que
tener en cuenta sus necesidades de ejercicio, pero también si necesita un extra
de cuidados para su pelo o no y si podemos asumirlo o no. Si no queremos bolas
de pelo como bolas del oeste corriendo por nuestro salón será mejor elegir unas
razas frente a otras, ya que por muy limpios que seamos en casa, a todos se nos
cae el pelo y si tienes un perro de una raza determinada de pelo largo y doble
manto, etc, no veas la que te viene encima. Si por el contrario peinar a tu
ratita es algo que te gusta y relaja, con un perro así serás la persona más
relajada del mundo... ya que no pararás de peinar y peinar. Lógicamente, un
perro de estas características, también supone unos gastos extra a añadir a la
lista en concepto de buenos champús y peluquería cada x meses.
La higiene con respecto a la
eliminación del perro. El truco de que el perro haga sus cosas en la calle y no
en casa está en dedicarle tiempo y en premiar lo que queremos. No hay más. Si
no tenemos tiempo ni paciencia vamos mal. Si tenemos un cachorro, debemos de
ponerle un empapador (a mi me resulta mucho más higiénico que el periódico) en
el lugar deseado, y tras el juego, el sueño, la comida, el baño, en definitiva
después de cualquier actividad del pequeño estar atentos a su conducta, cuando
le veamos en acción debemos llevarlo al empapador y que haga sus necesidades
allí y premiar. Si lo hace en un lugar no deseado ignorar o con un simple NO
rotundo y llevarlo al lugar correcto bastará. No hace falta ensañarnos con un
pequeño, con un simple no de nuestra parte se le caerá el mundo, así que es
suficiente castigo. Al final terminará asociando que haciendo el pipi en su
sitio recibe un premio de tu parte así que ¿para qué hacerlo en otro lado que
no le dan premio? Si tú pasas por una calle donde te caen billetes de 50€
¿irías por otra donde no te cae nada?
Ya tenemos un perro, sano con sus
vacunas y desparacitaciones, equilibrado gracias a haber hecho lo correcto en
el periodo de socialización y darle el ejercicio mental y físico necesario,
además es un perrito guapo al que cuidamos también por fuera y que nos hace
todo en su lugar, en la calle. Lo único que falta ahora es recoger la caca y es
que la caca no sólo ensucia las calles y nos hacen quedar a los dueños de
perros (a todos, porque la gente generaliza) como anti cívicos, sino que además
es totalmente antihigiénico para todos, perros y personas. La mayoría de las
enfermedades que contraen los perros que son mortales y por las cuales han de
estar vacunados es porque en las heces se encuentran bacterias y parásitos, si
las recogemos nos quitamos este agente de riesgo. Y no solo las debemos de
quitar de las calles y aceras, también de las zonas verdes que han de ser usadas
por todos, yo tengo que ser libre de ponerme en un césped con mi toalla y no
estar esquivando los popos, un niño que pueda estar jugando en el césped y
tropiece no ha de caer sobre excrementos de perro. La caca de perro no es
abono, no vale esa excusa. Tenemos que recogerlas en TODOS los lugares. Si
todos fuéramos más cívicos tal vez tendríamos menos prohibiciones de viajar con
nuestros perros, ir a playas, ir a restaurantes, etc… y si aún así las
prohibiciones siguen estando, por lo menos no será porque nosotros, los dueños
de perros, no sepamos convivir con los demás sino al revés.
Si tenemos un perro correctamente
vacunado, que no se porta mal con otras personas y perros al estar
correctamente socializado, que tiene una obediencia básica y permanece tranquilamente
sentado en una cafetería, es un perro limpio y con buen aspecto y recogemos sus
cacas ¿Por qué vamos a tener tantas prohibiciones?